martes, 17 de febrero de 2009

El reencuentro con mi Sensei

Hace algunos días me reencontré con mi maestro de Meditación Zen el Sensei Quintero, persona a quién aprecio y admiro muchísimo por sus conocimientos y enseñanzas trasmitidas basadas en el Dharma del Buda, de los maestros Zen y de algunas citas bíblicas para asociar, por ejemplo, el no-temor a la muerte, como enseñanza Zen, con el no-temor a la muerte como lo vería un cristiano genuino. Conversando con él rememoré los momentos pasados con la shanga (Compañeros practicantes de la Vía.), fueron momentos de aprendizaje y crecimiento espiritual a través de las enseñanzas del Sensei pude comprender que el apego sólo trae sufrimientos. El tiempo de nuestra vida es corto. Vivir en perfecta armonía y libre de apegos es la vía correcta. En el Zen se dice: “debemos regresar a la condición original de nuestro espíritu”. Es necesario practicar para determinar la verdad de esta enseñanza. Nada es verdadero hasta que tu cuerpo, tu mente y tu espíritu así lo hayan comprobado. El Zen no es ninguna secta, ninguna religión. El Zen es Zazen. (Meditación Zen sentada) Y Zazen es la práctica para liberarte del peso del apego a lo impermanente, del sufrimiento que supone ese apego, y para liberarte del yugo de tu ego. Cuando el yo se separa de todo objeto o deseo terrenal, se vuelve hacia la no substancia, hacia el no-yo, hacia KU. (vacío)Dejar pasar los pensamientos no reduce el campo de tu conciencia. Es el pensamiento integral. Es la expansión sin barreras de tu nivel de conciencia. Para un neurólogo “dejar pasar los pensamientos” durante Zazen es la condición ideal del psiquismo humano. La respiración te ayuda a ver este camino de vida transitoria. Entrar, salir, Salir, entrar. Cuando más se practica zazen, más uno comprende con todas las fibras de su cuerpo que los pensamientos son contenidos vacíos, que vienen y van. El maestro Zen no es sino un hombre que conoce profundamente la mente humana. Y es su labor ayudar a sus seguidores a conocer el Dharma a través de cualquier método que esté a su alcance. El discípulo tomará la respuesta, la digerirá y verá por que es importante esa respuesta para él. El maestro busca romper tus esquemas y llevarte más allá de la mente ordinaria. Para eso sigues al maestro. Por esto decidí reencontrarme de nuevo con la shanga después de mi ausencia de más de un año.

2 comentarios:

Abuela Ciber dijo...

Que especial fue leerte y cuanto me alegro de tu reencuentro con personas que son parte de tu vida y de tu crecimiento.

Es grato leerte y saber sentires que complementan y no que separan.

Que tengas un precioso fin de semana con tus seres queridos.

Cariños

misdi dijo...

Abu gracias por tus comentarios nuestro sentir es recíproco ya que igualmente siento una gran placer leyendo tus post. Te deseo una feliz semana. Un abrazo